29 abril, 2012

El abuelo de Jaime nos visita



El abuelo de Jaime, Don Andrés Cortés, ha estado en el día de hoy en clase con nosotros/as. Ha venido a contarnos cuál fue su trabajo, su pasión y cuáles son sus hobbies hoy en día. Para comenzar su exposición, nos estuvo hablando un poco de su interesante vida.

El abuelo de Jaime tiene ahora 67 años. Empezó a trabajr a los 16, se jubiló a los 65 años y por lo tanto ya está jubilado. Nació en La Carraca en San Fernando. Iba a un colegio que sólo era para niños. Su maestro se llamaba Don José. A los 7 años, ingresó en un colegio de San Fernando, el Liceo (Sagrado Corazón) y allí terminó el Bachiller. Empezó estudiando electrónica, electricidad y automatismo industrial y mientras, ayudaba también a su padre en el negocio, aunque su padre era militar. Siempre le ha gustado mucho el mundo de los motores y las máquinas.

A los 18 años lo llamaron para hacer la mili que realizó en el Cuartel de Marina. Por aquél entonces, había muchos jóvenes que no sabían ni leer ni escribir, y como él tenía estudios, lo ascendieron a cabo. Termina el servicio militar y unos amigos le comentan, que hay una empresa que busca personal. La empresa se llamaba Standard eléctrica.Fue aceptado en dicha empresa como experto en automatismo industrial ( persona que conoce los sistemas automáticos).
Posteriormente se traslada a Sevilla donde permanece 1 año trabajando en una central de teléfonos.  Luego se marcha a Madrid y a Francia donde se especializa en sistemas informáticos.

Una vez terminado todo este periplo, comienza a trabajar en centrales de teléfonos donde las máquinas funcionan con RELÉS.


En este tipo de centrales existían tres tipos de trabajadores:
Mecánicos, Cableador y técnicos comprobadores. Él trabajaba como técnico comprobador y su trabajo consistía en comprobar los cables para poner la central de teléfono en marcha.




Llegó a ser instalador jefe y lo mandaron a África donde permaneció 6 años y donde el padre de Jaime pudo aprender francés y árabe.
En África trabajaba por la mañana y por la tarde daba cursos de formación a comprobadores de circuitos.

Una vez nos ha contado como fue su interesante vida, el abuelo de Jaime ha traído una caja con todas las herramientas que usaba: enrollador (Chipi), desenrrollador (Chopo), la aguja, la lámparita, el espejo, la lupa, los alicates, las grifas de contacto, el aparato de medida (polímetro). El uniforme que llevaba era una bata blanca.




También les ha explicado a los/as chicos/as el funcionamiento de Chipi y Chopo.







Posteriormente, explicó a los/as chicos/as cómo funcionaba una central de teléfonos.
Había centrales manuales donde trabajaba una operadora (La operadora de aquél entonces en Chiclana se llamaba María) frente a un panel y era la que ponía en contacto a las personas que se llamaban por teléfono.
En aquél entonces solo existían 300 teléfonos en Chiclana y la operadora María, sabía que clavija era la que tenía que meter en cada momento.
También les trajo a los/as chicos/as un teléfono antiguo que él aún tiene en funcionamiento.




También había centrales con sistema Rotari que funcionaba con impulsos. Nos ha traído un teléfono del año 1951.
 Y también había centrales consistema Pentaconti en las que él se especializó.



Además, por si fuera poco, nos ha traído una radio del año 1953. Esa radio es de una amiga suya que a la vez era de su abuelo y se la ha dejado apra que la repare y la deje tal y como estaba hace ya unos 75 años.
Siempre le ha gustado este mundo y de hecho de pequeño, ya fabricaba radios y televisores.




Les ha contado a los/as chicos/as que el bafle lo ha arreglado con papel de fumar y con esmalte de uñas.


La radio funciona con válvulas.


Para demostrar a los/as chicos/as que somos transmisores de ondas herzianas, es decir que nuestro cuerpo es capaz de actúar como antena, sacó a unos pocos, para que comprobaran la diferencia de volumen con antena, sin antena y con nosotros funcionando como antena.



 También es un coleccionista de coches antiguos. Tiene dos Mercedes, un Jaguar, dos Vespas, un 850...y un 600 que ya ha regalado a Jaime.

Posteriormente se estableció un turno de preguntas y de comentarios.

El abuelo de Jaime fue y sigue enamorado de su  profesión y de hecho, en su laboratorio, como él llama a un cuarto que tiene en su casa con sus "trastos", tiene auténticas piezas propias de cualquier museo.

Os dejo con los videos de su exposición. 
Siento haber grabado los videos así. No me di cuenta pero pienso que merece la pena colgarlos.






Le agradecemos enormemente que haya estado con nosotros/as esta mañana, al igual que al padre de Jaime, y nos haya ayudado a conocer su pasión. Enhorabuena, nos ha encantado.

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