El pasado miércoles contamos con la presencia de Natalia, la hermana de Javier, que venía a contarnos, junto a él, la fábula de la cigüeña y el zorro. Fábula de Esopo reescrita por Jean de La Fontaine.
Esta fábula nos cuenta la historia de Iris la cigüeña y Carlos el zorro.Un
día, el zorro quiso invitar a la cigüeña a su casa a comer, y ella
respondió encantada que sí. Cuando la cigüeña llegó a la casa del
zorro la comida estaba preparada, era una rica sopa.
-Pasá,
pasá - dijo el zorro, y la cigüeña se sentó en una pequeña mesa de
madera. El zorro, muy astuto, le quiso hacer una broma a la cigüeña y
puso la sopa en un plato ondo, y como la cigüeña tenía un pico largo no
pudo comer nada.En
cambio, el zorro se tomó toda la sopa de un sorbo.
- Ahhh, fue una cena
fantástica dijo el zorro riéndose. Si, una cena fantástica repitió la
cigüeña muerta de hambre. Entonces, a la cigüeña se le ocurrió pagarle al zorro con la misma moneda.
Antes
de despedirse del zorro, la cigüeña la invitó a comer esta vez en su
casa la mañana siguiente. El zorro se puso feliz porque su plan macabro
había funcionado y la cigüeña no había comido nada.
A
la mañana siguiente el zorro se dirigió a la casa de la cigüeña. Cuando
entró, sintió un riquísimo olor a carne, y se sentó en una mesa bajita
de mimbre. El zorro estaba ansioso, no podía esperar pues tenía mucha
hambre.
Pero
cuando la cigüeña vino con la carne, no estaba servida en un plato,
sino en un vaso de cuello alto en donde el pico de la cigüeña cabía
perfectamente, pero el hocico del zorro no. Hasta intentó con la
lengua alcanzar un misero pedacito, pero no pudo.
-
Fantástico almuerzo, ¿cierto zorro? dijo la cigüeña. - Si, delicioso
almuerzo, dijo el zorro, y se fue de la casa de la cigüeña muerta de
hambre.
Moraleja:"No hagas a los demás, lo que no te gustarían que te hiciesen a tí"
Os dejo con la narración de Natalia y Javier.
Cierta vez, una Zorra
invitó insistentemente a su amiga Cigüeña, a cenar en su casa
mencionándole platillos deliciosos e inolvidables. La Cigüeña,
maravillada por tales manjares, acepto. Al día siguiente, fue muy alegre
y con mucho apetito. Cuando llegó y se sentó en la mesa, observó que la
Zorra, servia una riquísima sopa en un plato muy plano. La Cigüeña muy
hambrienta, comenzó a picar y a picar la sopa, pero gracias a su largo
pico, no podía comer nada y para colmo, se le escapaba la deliciosa
sopa. Por otro lado, la Zorra comió con mucha alegría su sopa, incluso
lamió con su hocico el plato hasta dejarlo muy limpio. La Cigüeña
indignada por tal desconsideración, dijo estar llena, y se marcho.
Pasado los días, la Cigüeña invitó a cenar a la Zorra, ella muy gustosa
acepto. Al llegar a la casa de la Cigüeña, la Zorra ansiosa por comer
esperaba, hasta que de pronto, la Cigüeña trajo la exquisita comida
dentro de un largo y alto jarro de cristal, de panza ancha y boca
estrecha. La Zorra confundida, intento de muchas maneras meter su hocico
y lengua a la boca del jarro, pero no llegaba a la comida. Sus ganas de
comer se hacían aun más enormes cuando la Cigüeña degustaba maravillada
su comida. En ese momento, la Zorra hambrienta, deseaba mucho tener un
pico tan largo como la Cigüeña, y así poder degustar de la apetitosa
comida.
Pasado un buen rato, y sin poder llegar a la comida, la Zorra ya muy
rendida, renunció a aquella apetitosa comida. Se despidió de la Cigueña y
se marchó pensando en la mala acción que hizo anteriormente, y el
castigo bien merecido que tuvo, por no ser considerada con su amiga
Cigüeña.
Fuente original: http://www.fabulasparaninos.com/2013/03/la-zorra-y-la-ciguena_12.html
Fuente original: http://www.fabulasparaninos.com/2013/03/la-zorra-y-la-ciguena_12.html
Cierta vez, una Zorra
invitó insistentemente a su amiga Cigüeña, a cenar en su casa
mencionándole platillos deliciosos e inolvidables. La Cigüeña,
maravillada por tales manjares, acepto. Al día siguiente, fue muy alegre
y con mucho apetito. Cuando llegó y se sentó en la mesa, observó que la
Zorra, servia una riquísima sopa en un plato muy plano. La Cigüeña muy
hambrienta, comenzó a picar y a picar la sopa, pero gracias a su largo
pico, no podía comer nada y para colmo, se le escapaba la deliciosa
sopa. Por otro lado, la Zorra comió con mucha alegría su sopa, incluso
lamió con su hocico el plato hasta dejarlo muy limpio. La Cigüeña
indignada por tal desconsideración, dijo estar llena, y se marcho.
Pasado los días, la Cigüeña invitó a cenar a la Zorra, ella muy gustosa
acepto. Al llegar a la casa de la Cigüeña, la Zorra ansiosa por comer
esperaba, hasta que de pronto, la Cigüeña trajo la exquisita comida
dentro de un largo y alto jarro de cristal, de panza ancha y boca
estrecha. La Zorra confundida, intento de muchas maneras meter su hocico
y lengua a la boca del jarro, pero no llegaba a la comida. Sus ganas de
comer se hacían aun más enormes cuando la Cigüeña degustaba maravillada
su comida. En ese momento, la Zorra hambrienta, deseaba mucho tener un
pico tan largo como la Cigüeña, y así poder degustar de la apetitosa
comida.
Pasado un buen rato, y sin poder llegar a la comida, la Zorra ya muy
rendida, renunció a aquella apetitosa comida. Se despidió de la Cigueña y
se marchó pensando en la mala acción que hizo anteriormente, y el
castigo bien merecido que tuvo, por no ser considerada con su amiga
Cigüeña.
Fuente original: http://www.fabulasparaninos.com/2013/03/la-zorra-y-la-ciguena_12.html
Fuente original: http://www.fabulasparaninos.com/2013/03/la-zorra-y-la-ciguena_12.html
Cierta vez, una Zorra invitó insistentemente a su amiga Cigüeña, a cenar
en su casa mencionándole platillos deliciosos e inolvidables. La
Cigüeña, maravillada por tales manjares, acepto. Al día siguiente, fue
muy alegre y con mucho apetito. Cuando llegó y se sentó en la mesa,
observó que la Zorra, servia una riquísima sopa en un plato muy plano.
La Cigüeña muy hambrienta, comenzó a picar y a picar la sopa, pero
gracias a su largo pico, no podía comer nada y para colmo, se le
escapaba la deliciosa sopa. Por otro lado, la Zorra comió con mucha
alegría su sopa, incluso lamió con su hocico el plato hasta dejarlo muy
limpio. La Cigüeña indignada por tal desconsideración, dijo estar llena,
y se marcho.
Pasado los días, la Cigüeña invitó a cenar a la Zorra, ella muy gustosa
acepto. Al llegar a la casa de la Cigüeña, la Zorra ansiosa por comer
esperaba, hasta que de pronto, la Cigüeña trajo la exquisita comida
dentro de un largo y alto jarro de cristal, de panza ancha y boca
estrecha. La Zorra confundida, intento de muchas maneras meter su hocico
y lengua a la boca del jarro, pero no llegaba a la comida. Sus ganas de
comer se hacían aun más enormes cuando la Cigüeña degustaba maravillada
su comida. En ese momento, la Zorra hambrienta, deseaba mucho tener un
pico tan largo como la Cigüeña, y así poder degustar de la apetitosa
comida.
Pasado un buen rato, y sin poder llegar a la comida, la Zorra ya muy
rendida, renunció a aquella apetitosa comida. Se despidió de la Cigueña y
se marchó pensando en la mala acción que hizo anteriormente, y el
castigo bien merecido que tuvo, por no ser considerada con su amiga
Cigüeña.
Fuente original: http://www.fabulasparaninos.com/2013/03/la-zorra-y-la-ciguena_12.html
Fuente original: http://www.fabulasparaninos.com/2013/03/la-zorra-y-la-ciguena_12.html
La Zorra y la Cigüeña
Cierta vez, una Zorra invitó insistentemente a su amiga Cigüeña, a cenar
en su casa mencionándole platillos deliciosos e inolvidables. La
Cigüeña, maravillada por tales manjares, acepto. Al día siguiente, fue
muy alegre y con mucho apetito. Cuando llegó y se sentó en la mesa,
observó que la Zorra, servia una riquísima sopa en un plato muy plano.
La Cigüeña muy hambrienta, comenzó a picar y a picar la sopa, pero
gracias a su largo pico, no podía comer nada y para colmo, se le
escapaba la deliciosa sopa. Por otro lado, la Zorra comió con mucha
alegría su sopa, incluso lamió con su hocico el plato hasta dejarlo muy
limpio. La Cigüeña indignada por tal desconsideración, dijo estar llena,
y se marcho.
Pasado los días, la Cigüeña invitó a cenar a la Zorra, ella muy gustosa
acepto. Al llegar a la casa de la Cigüeña, la Zorra ansiosa por comer
esperaba, hasta que de pronto, la Cigüeña trajo la exquisita comida
dentro de un largo y alto jarro de cristal, de panza ancha y boca
estrecha. La Zorra confundida, intento de muchas maneras meter su hocico
y lengua a la boca del jarro, pero no llegaba a la comida. Sus ganas de
comer se hacían aun más enormes cuando la Cigüeña degustaba maravillada
su comida. En ese momento, la Zorra hambrienta, deseaba mucho tener un
pico tan largo como la Cigüeña, y así poder degustar de la apetitosa
comida.
Pasado un buen rato, y sin poder llegar a la comida, la Zorra ya muy
rendida, renunció a aquella apetitosa comida. Se despidió de la Cigueña y
se marchó pensando en la mala acción que hizo anteriormente, y el
castigo bien merecido que tuvo, por no ser considerada con su amiga
Cigüeña.
Fuente original: http://www.fabulasparaninos.com/2013/03/la-zorra-y-la-ciguena_12.html
Fuente original: http://www.fabulasparaninos.com/2013/03/la-zorra-y-la-ciguena_12.html
La Zorra y la Cigüeña
Cierta vez, una Zorra invitó insistentemente a su amiga Cigüeña, a cenar
en su casa mencionándole platillos deliciosos e inolvidables. La
Cigüeña, maravillada por tales manjares, acepto. Al día siguiente, fue
muy alegre y con mucho apetito. Cuando llegó y se sentó en la mesa,
observó que la Zorra, servia una riquísima sopa en un plato muy plano.
La Cigüeña muy hambrienta, comenzó a picar y a picar la sopa, pero
gracias a su largo pico, no podía comer nada y para colmo, se le
escapaba la deliciosa sopa. Por otro lado, la Zorra comió con mucha
alegría su sopa, incluso lamió con su hocico el plato hasta dejarlo muy
limpio. La Cigüeña indignada por tal desconsideración, dijo estar llena,
y se marcho.
Pasado los días, la Cigüeña invitó a cenar a la Zorra, ella muy gustosa
acepto. Al llegar a la casa de la Cigüeña, la Zorra ansiosa por comer
esperaba, hasta que de pronto, la Cigüeña trajo la exquisita comida
dentro de un largo y alto jarro de cristal, de panza ancha y boca
estrecha. La Zorra confundida, intento de muchas maneras meter su hocico
y lengua a la boca del jarro, pero no llegaba a la comida. Sus ganas de
comer se hacían aun más enormes cuando la Cigüeña degustaba maravillada
su comida. En ese momento, la Zorra hambrienta, deseaba mucho tener un
pico tan largo como la Cigüeña, y así poder degustar de la apetitosa
comida.
Pasado un buen rato, y sin poder llegar a la comida, la Zorra ya muy
rendida, renunció a aquella apetitosa comida. Se despidió de la Cigueña y
se marchó pensando en la mala acción que hizo anteriormente, y el
castigo bien merecido que tuvo, por no ser considerada con su amiga
Cigüeña.
Fuente original: http://www.fabulasparaninos.com/2013/03/la-zorra-y-la-ciguena_12.html
Fuente original: http://www.fabulasparaninos.com/2013/03/la-zorra-y-la-ciguena_12.html
Los/as chicos/as completando la ficha de lectura comprensiva que Javier había preparado con preguntas sobre la fábula.
Aquí tenéis el vídeo de la Fábula.
Muchísmas felicidades a Natalia ( Narradora y cigüeña) y a Javier ( Zorro) por su divertida narración de esta fábula tan conocida.
¡Enhorabuena!
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