Sendero LLanos del Republicano

Así de contentos/as salíamos del colegio a las 8:30 de la mañana dirección Villaluenga del Rosario; nos quedaba aún una hora y media en autobús, pero no nos importaba.  

Y así de bonita nos recibía la localidad de Villaluenga. 

El recorrido parte desde las inmediaciones de la ermita de Villaluenga del Rosario, atraviesa una zona de encinar y finaliza en la zona de los Llanos del Republicano, una alargada y estrecha depresión, de unos 6 km de longitud por sólo 500 metros de anchura en su zona central, donde predomina una sensación de aislamiento y paz.

Al final del sendero, se encuentra la conocida Sima del Republicano, cavidad que presenta bellas formaciones kárticas con un desarrollo de 1.100 metros de profundidad y que es considerada uno de los atractivos espeleológicos de la zona. A ella sólo puedan acceder espeleólogos federados con experiencia en la práctica de la espeleología, y que cuenten con la autorización del parque natural. 

Cuando los nacionales tomaron los pueblos de la sierra, algunos republicanos buscaron refugio en las cuevas de la zona, y otros, huyeron por estos llanos en dirección a la provincia de Málaga, que aún era fiel al gobierno constitucional de la República. Dos de estos republicanos, fallecieron en estos llanos, y en su recuerdo, queda el topónimo de este lugar.

El recorrido nos permitirá conocer una de las pocas actividades que permiten estos suelos pobres calizos: la ganadería típica de la zona, con razas peculiares y adaptadas a las duras condiciones serranas, como la cabra payoya, que posibilita la producción de unos quesos que han dado gran renombre a esta localidad. 

Dispuestos/as a iniciar el recorrido. 

¡¡¡Un paro en el camino para coger fuerzas y beber agua!!! 

Ejemplos de la ganadería que nos podemos encontrar a lo largo del sendero.

¡Venga que ya nos queda poco!

 

Y...efectivamente..pro fín llegamos a la Sima del Republicano.

¡Que vista tan bonita y sobre todo, que sensación de paz y de tranquilidad se respira!  

Allí, aprovechamos para desayunar. 

Y toca volver...¡No penséis en las cuestas hacia arriba!!! 

A lo lejos y entre las montañas, se ve el pueblo de Villaluenga. 

 ¡¡¡¡Y de nuevo, otra paradita para coger fuerzas!!!

Y así nos despedíamos de este maravilloso pueblo. Ya no estaba el día tan claro y luminoso, pero al menos durante ese tramo de la mañana, pudimos disfrutar de la maravillosa naturaleza que aquel entorno nos ofrece.